Cambio de paradigma en el este: innovación aplicada y productores protagonistas

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Cambio de paradigma en el este: innovación aplicada y productores protagonistas
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  • Cambio de paradigma en el este: innovación aplicada y productores protagonistas

  • La región este de Uruguay atraviesa una transformación productiva profunda. En pocos años, el sistema soja–arroz duplicó su productividad como resultado de una revolución tecnológica silenciosa, basada en innovación, manejo más preciso y una creciente profesionalización del productor. Según técnicos de la región, en apenas tres campañas los productores de...

    La región este de Uruguay atraviesa una transformación productiva profunda. En
    pocos años, el sistema soja–arroz duplicó su productividad como resultado de
    una revolución tecnológica silenciosa, basada en innovación, manejo más
    preciso y una creciente profesionalización del productor. Según técnicos de la región, en apenas tres campañas los productores de soja que
    partían de potenciales de rendimiento cercanos a los 1500 kilos por hectárea hoy
    alcanzan o superan los 3000 kilos, impulsados por un manejo sanitario más riguroso y
    la adopción de tecnologías diseñadas para responder a escenarios productivos cada
    vez más complejos. En paralelo, el crecimiento del área sojera en el este refleja un
    cambio estructural de escala que promueve una mayor eficiencia y estabilidad del
    sistema productivo.
    El nuevo escenario productivo requiere decisiones más precisas, innovación y
    herramientas adecuadas para afrontar el desafío. Así lo indicaron los resultados de los
    encuentros técnicos organizados por BASF y Barraca Erro en Río Branco y Treinta y
    Tres. Este proceso replica, con adaptación local, lo ocurrido en Río Grande do Sul, donde el
    sistema productivo soja–arroz, el manejo sanitario eficiente y la innovación continua
    —documentados por Embrapa e IRGA— permitieron construir sistemas agrícolas más
    estables y productivos. En la cuenca de la Laguna Merín, ese aprendizaje comienza a
    traducirse en resultados concretos.
    “Cuando un cultivo tiene el potencial de rendir como un Fórmula 1, el agricultor necesita
    herramientas que lo acompañen. La innovación aplicada es la forma de cuidar su
    esfuerzo”, señaló Manuel Pérez Ois, técnico de Desarrollo de Mercado de BASF.
    Melyra integra Revysol con F500, logrando una protección integral de la hoja gracias a
    su acción sistémica translaminar, con fuerte efecto curativo y estabilidad de control
    frente a enfermedades de fin de ciclo como mancha marrón y Cercospora. Belyan, en
    tanto, suma Xemium conformando una triple mezcla que aporta acción preventiva y
    curativa, alta persistencia y un amplio espectro de control, alineado con las exigencias
    regulatorias y de sustentabilidad de los mercados más exigentes.
    “La llegada de Melyra y Belyan responde a la necesidad de producir más y mejor. Son
    herramientas que protegen la sanidad del cultivo y la protección del potencial
    rendimiento que contribuyen a la sustentabilidad y estabilidad del trabajo del agricultor,
    protagonista central de esta transformación”, concluyó Pérez Ois.
    La tendencia es clara: proteger el cultivo ya no es solo controlar enfermedades, sino
    construir sistemas más resilientes, eficientes y sustentables. En el este del Uruguay
    esta revolución verde ya comenzó. El desafío ahora es consolidarla y hacerla crecer.

  • 2025-12-18T12:16:00+00:00

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